¿Dónde nos llevará el viaje gastrosensorial por el Mediterráneo desde Nubel?

¡Buenas tardes! Ya estamos a muy pocas horas de compartir con vosotros desde Happening Madrid la gran velada y cena que os ofrecemos esta noche en  Nubel. Nubel es el espectacular espacio restaurante del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Será hoy. 30 de septiembre de 2017 a las 21:30.

Todavía estas a tiempo de venir con nosotros. Haz tu reserva aquí.

https://www.happeningmadrid.com/eventos/un-viaje-por-el-mediterraneo-nubel/

Esta noche tendréis toda la magia del Mediterráneo en una velada única. La gran cocina Mediterránea con sus miles de años de experiencia y toda la filosofía de vida que en sus orillas se atesoran revisitadas en cinco escalas culinarias.

Recetas que han nacido de sus ingredientes básicos y de su sol, su privilegiado clima y sus gentes. El aceite, la leche, el trigo, los cítricos, la uva, la carne y sus verduras en un loco viaje. Unos platos que nos harán soñar su perfume de mar, caña y arena. Un placer que tenemos que agradecer al chef de Nubel Javier Muñoz-Calero y a su equipo que nos han preparado estas delicias.

Javier Muñoz-Calero

Las escalas del viaje gastrosensorial por el Mediterráneo

Aquí tenéis los platos del festín que nos daremos y luego podrás llevar luz y el olor del Mediterráneo donde quiera que vayas. Os hemos preparado un texto introductorio para cada uno de ellos redactados por la escritora especialista en gastronomía Sara Brun. Aquí va el festín:

Viaje gastrosensorial por el Mediterráneo

Paletilla de jamón con tomate

Cuenta la leyenda que el jamón surgió cuando un cerdo cayó a un arroyo con una alta concentración de sal y se ahogó. Unos pastores recogieron el cerdo y lo asaron, descubriendo que tenía un sabor agradable, sobre todo el pernil (pata o jamón).

Más tarde comprobarían que salando el jamón se conservaba más tiempo sin perder su sabor, así que fueron perfeccionando el método hasta conseguir, en aquella época, uno de los mejores jamones curados del mundo.

Desde hace siglos, el cerdo y por ende el jamón han formado parte de nuestro patrimonio histórico, de nuestra cultura, de España. Durante mucho tiempo, el comer carne de cerdo era símbolo de nobleza, de poder, de señorío… El cerdo ha estado con el hombre desde el principio de su era y ha satisfecho muchas de sus necesidades, convirtiéndose en un alimento esencial en cualquier despensa.

Antes de que llegaran los romanos a la península Ibérica ya se producían cantidades elevadas de cerdos ( y de jamones). Los Íberos comerciaban con aceite de oliva, vino y por supuesto jamones y embutidos. El cerdo llegó a ser tan valioso para los romanos en la época de Augusto y Agripa que incluso acuñaron monedas romanas con la figura de un jamón. También han aparecido figuras de cerdos en medallas consulares usadas como distintivo militar de alguna legión.

Pero para introducir este plato nada mejor que hacerlo con este poema

A pesar del modernismo
y de la «deconstrucción»,
nadie en España reniega
de un buen plato de jamón.
Pregunte usted a un exiliado
qué echa de menos de aquí,
y responderá sin duda
su gastronomía cañí.
Si empezamos por las tapas
sirva jamón y croquetas,
y tortilla de patatas,
todo regado en cerveza.
La croqueta es un manjar,
que algunos llaman cocreta,
un deleite al paladar,
de receta muy inconcreta.
Aunque en el aperitivo
hay uno sin parangón,
bien cortado y servido
hablamos, claro, del jamón.
Su finura y su sabor,
son causa de celebración,
aunque haya grupos salvajes
que lo sirven con melón.
Esta golosina nuestra,
tiene hasta propio museo,
lo degustan el pobre, el rico
y el que va de terraceo.
¡Una larga vida al cerdo
y que viva la bellota!
Larga vida al buen jabugo y
al Mesón de Cinco Jotas.

Vitello Tonnato -Italia

Desde la región del Piamonte en Italia nos llega esta receta que traducimos como ternero atunado y que es un plato típico de la gastronomía italiana. Se prepara con carne vacuna acompañada de una salsa hecha con  yemas de huevo, lomitos de atún, aceite vegetal y crema de leche. Usualmente, para reforzar su sabor, se le agregan anchoas y también alcaparras. Como curiosidad os contaremos que este plato es un de los preferidos que le gusta cocinar a Sofía Loren. Iba a venir a cocinarlo pero hemos preferido probar la receta del chef del Nubel: Javier Muñoz-Calero.

Cous-cous con garbanzos y verduras

Desde el norte de África nos llega esta mezcla de harinas de varios cereales llamada cous cous. El término deriva del vocablo bereber “al kuskus” y designaba la cantidad de alimento que un ave cogía con su pico y amasaba en minúsculas bolitas para alimentar a sus crías.

No existen documentos que otorguen al cous-cous la autoría de un país concreto pero lo que sí podemos asegurar es que la primera vez que aparece el cous-cous en una receta es en un libro de cocina de Al-Ándalus, allá por el siglo XIII durante el Reino Nazarí de Granada.

El cuscús fue un plato muy apreciado en Al-Ándalus y entre la población morisca durante los siglos posteriores, como lo muestra el hecho de que en castellano antiguo exista una denominación para este plato: alcuzcuz.

Sebastián de Covarrubias y Orozco, lexicógrafo, criptógrafo y capellán del rey Felioe II, nació en Toledo en 1539 y su obra más conocida es un magnífico diccionario: Tesoro de la lengua castellana o española. En este tesoro lingüístico aparece el cous cous, nombrado como alcuzcuz.

Alcuzcuz: «Es un cierto género de hormiguillo, que hazen los moros de massa deshecha, en granos gordos. El padre Guadix dize es arábigo, corrompido de cazcace, verbo que vale redondear pelotilla sobre la tabla o palma de la mano, de donde se dixo cazcarria».

El Quijote  es muchas cosas pero también un libro de gastronomía en el que el cous cous  aparece nombrado solo indirectamente. En el capítulo 9 de la Primera parte, el narrador contrata a un morisco para traducir del árabe unos manuscritos sobre don Quijote a cambio de «dos arrobas de pasas y dos fanegas de trigo». Francisco Rico, en su edición de la novela, comenta a propósito de este pasaje: «Con las pasas y la sémola del trigo se preparaba el alcuzcuz, plato muy apreciado por los moros».

Este suculento y aromático preparado se puso de moda en las mesas nobles durante el reinado de Felipe III, época en la que vivió Cervantes.

Una de las últimas novelas picarescas, La vida y hechos de Estebanillo González, cuya autoría cuanto menos es enigmática tiene al coús coús como causante de una decisión, aunque nuestro plato principal no sale muy bien parado:

Yo, por ser uno de los comprehendidos en aquel bando y por no ir a tierra de alarbes a comer alcuzcuz, me fui a la Sabinilla a ser gentilhombre de jábega y corchete de pescados. Concertéme con un armador por dos panecillos cada día y dos reales cada semana.
Nosotros hoy en el NUBEL disfrutaremos de una deliciosa receta de Cous Cous con Garbanzos y Verduras.

Ensalada Griega

Fueron los antiguos griegos y romanos quienes empezaron a servir vegetales crudos aliñados con agua y sal. El nombre de ensalada deriva de “hierba salata” o “insalare”, es decir añadir sal a los alimentos. El aceite se añadió pronto a este plato pero teniendo en cuenta la importancia de la sal para los romanos, es lógico que se destacara este ingrediente sobre los demás.

Con el paso del tiempo la preparación ha logrado llegar a las mesas conservando su sencillez original, pero también inspirando las más variadas y sofisticadas combinaciones con ingredientes de primera calidad.

En las mesas del Renacimiento este plato era el entrante favorito, y la imaginación volaba para mezclar infinidad de ingredientes en las llamadas “salmagundi”.

La ensalada es tan importante en nuestras mesas como el pan e incluso hay muchas que tienen nombre propio como es el caso de la Ensalada Griega que hoy degustaremos con queso feta, pepino, aceitunas kalamate, yogur y menta.

Mansaf de Cordero – Jordania

Rezo beduino:

Cuando Dios creó el mundo, Él tomó el viento y con el viento Él hizo los beduinos. Después Él tomó una flecha, y con la flecha Él hizo el caballo. Después Él tomó el barro, y con el barro Él hizo el asno. En fin, por pura conmiseración, Él tomó el estiércol del asno, y con el estiércol del asno Él hizo los campesinos y los ciudadanos”.

Así los beduinos son como el jamsín,
el viento del sur y del este
que levanta demonios de arena
en las horas caniculares del alma,
cuando las mujeres ocultan su rostro
entre paños negros
para que en nosotros el sol sea más ardiente.
Lejos están las ciudades blancas,
los rumbos de la canela y el azafrán.
No hay ni lunes ni jueves, ni un día de fiesta.
Sólo el viento en que lloran los muertos,
el viento que dispersa a los beduinos,
que los lleva con sus tiendas negras,
hechas con pelambre de cabra negra.
Ellos son los puntos cardinales,
sin un árbol, sin una nube,
de pie en sus aniversarios astrales,
de pie, siempre de pie,
porque saben que ellos también serán arena.
Viajan de confín en confín,
rodeados de animales,
de generación en generación,
de siglo en siglo,
y cuando se les ve entre las rocas,
sus ojos son de halcones,
como si hubieran volado con la arena
por el viento.

Vicente Gerbasi escribió este precioso poema sobre estos árabes nómadas que habitan los desiertos de Arabia Saudita, Siria, Jordania, Irak e Israel.

Desde los desiertos nos llega este plato de origen beduino cuyo ingrediente principal es el cordero, animal que acompaña a estos nómadas continuamente. El Mansaf de Cordero es un plato tradicional tan popular que se puede decir que es el plato tradicional de Jordania. Los principales ingredientes  son: cordero, arroz y un yoghurt seco denominado jameed.

Este plato se sirve tradicionalmente de manera colectiva en una gran fuente plana a la que cada uno de los comensales se acerca para tomar su porción con la mano derecha, en vez de emplearse cubertería. No obstante en el Nubel, hoy, emplearemos cubiertos.  Buen provecho.

Sorbete de limón al cava

El cava y el limón son, sin lugar a dudas, dos ingredientes muy del Mediterráneo.  Sorbete viene de la palabra árabe sarbah que significa trago. En turco serbet, en italiano sorbetto y en español sorbete recorrió todo el Meditarráneo para llegar hasta nosotros. El sorbete es un postre helado que se diferencia del helado por no tener ingrediente grasos ni huevo.

Un fantástico final para finalizar éste, nuestro especial viaje gastronómico por el Mediterráneo.

Viaje gastrosensorial por el Mediterráneo

¿Te perderás este viaje gastrosensorial por el Mediterráneo?

El precio de esta cena viaje gastrosensorial es excepcional.  Oscilará de 23€ a 30€ dependiendo del momento en que hagas la reserva y de si eres socio o amigo de Happening Madrid.

Así, si eres socio de Happening Madrid y haces la reserva antes del jueves 28 de septiembre como último día te saldrá sólo por 23€.

Si eres amigo de Happening Madrid y haces la reserva antes del jueves 28 de septiembre como último día te saldrá por 25€.

Para los más tardones, aquellos que hagan la reserva, el día 29 o 30 de septiembre les saldrá por 30€.

También os proponemos una oferta especial para todos aquellos que seáis amigos de Happening Madrid y queráis haceros socios. Por 40€ podréis acceder a la cena y haceros de paso socios por un año. 

¿Qué se ofrece por ese precio?

El precio incluye

La cena degustación con sus cinco platos y postre

La bebida durante la cena (vino, cerveza o similar)

La copa en barra posterior para la fiesta de Klüv hasta las 2:30 de la madrugada.

Como podéis ver os estamos ofreciendo una relación calidad precio insuperable. Es una experiencia única que todos deberíais conocer.

¿Cómo reservar?

La reserva la podéis hacer en este enlace:

https://www.happeningmadrid.com/eventos/un-viaje-por-el-mediterraneo-nubel/

Un homenaje al Mediterráneo

Y que mejor homenaje a nuestro mar que esta canción que compuso Joan Manuel Serrat hace ya unas décadas:

https://youtu.be/YNkcAUAv1kw